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HEMODINAMIA

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August 26, 2025

Hemodinamia

Salas públicas de hemodinamia tratan infartos y salvan vidas en el país

En los últimos años, la hemodinamia ha cobrado un papel fundamental en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares agudas, especialmente el infarto agudo de miocardio. Lo que antes era considerado un privilegio exclusivo de centros privados, hoy se convierte en una realidad accesible gracias al fortalecimiento de las salas públicas de hemodinamia en diferentes regiones del país.

¿Qué es la hemodinamia?

La hemodinamia es una rama de la cardiología intervencionista que estudia el flujo sanguíneo y las presiones dentro del sistema cardiovascular. Se apoya en procedimientos mínimamente invasivos para diagnosticar y tratar enfermedades del corazón, especialmente cuando se trata de obstrucciones en las arterias coronarias. El procedimiento más conocido en este campo es la angioplastia coronaria, una técnica que permite abrir arterias bloqueadas utilizando balones y stents.

Cuando se produce un infarto, el tiempo es fundamental. Existe una ventana crítica conocida como “tiempo puerta-balón”, que se refiere al tiempo desde que el paciente llega al hospital hasta que se le desobstruye la arteria responsable del infarto. Si este procedimiento se realiza en menos de 90 minutos, la probabilidad de supervivencia y recuperación aumenta significativamente.

La importancia de contar con salas públicas

Históricamente, las unidades de hemodinamia han sido una infraestructura costosa y concentrada en hospitales privados o grandes centros urbanos. Esto limitaba gravemente el acceso de pacientes en zonas rurales o con bajos recursos económicos. Sin embargo, en los últimos años, los ministerios de salud de varios países latinoamericanos han impulsado una expansión estratégica de estas salas en hospitales públicos.

Hoy, hospitales de segundo y tercer nivel en ciudades intermedias cuentan con equipamiento de última generación y profesionales capacitados para realizar procedimientos de alta complejidad. Estas unidades han logrado disminuir la mortalidad por infarto, reducir los traslados a otros centros, y brindar atención oportuna a miles de personas que antes veían comprometida su vida por la distancia o la falta de cobertura médica.

Historias que salvan vidas

El caso de don Ernesto, un agricultor de 63 años del interior del país, ilustra el impacto de estas unidades. Una madrugada, comenzó a sentir un dolor opresivo en el pecho, acompañado de sudoración y dificultad para respirar. Fue trasladado al hospital público de su ciudad, donde una sala de hemodinamia recientemente inaugurada permitió realizarle una angioplastia de urgencia. En menos de dos horas desde su ingreso, su arteria fue desobstruida, y hoy continúa su vida con normalidad.

Historias como la de Ernesto se repiten en muchas provincias, y son posibles gracias a un enfoque de salud pública que prioriza la equidad y el acceso universal a la atención especializada.

Formación y recursos humanos

El crecimiento de las salas públicas de hemodinamia no se limita a la infraestructura. Ha sido fundamental invertir en la formación de recursos humanos. Cardiólogos intervencionistas, enfermeros especializados y técnicos en imágenes forman parte de equipos multidisciplinarios que funcionan bajo protocolos internacionales de atención.

Además, se han establecido redes de derivación y telemedicina que permiten que hospitales más pequeños puedan identificar casos sospechosos de infarto y derivarlos a tiempo al centro más cercano con capacidad para intervenir.

Desafíos y sostenibilidad

A pesar de los avances, aún existen desafíos importantes. El mantenimiento del equipamiento, la rotación de personal capacitado y la necesidad de garantizar insumos de manera constante son preocupaciones reales. La sostenibilidad de estos programas requiere una planificación financiera adecuada, alianzas con universidades para la formación continua, y una política sanitaria que mantenga la prioridad en la atención cardiovascular.

Otro reto importante es la concienciación de la población. Muchos pacientes todavía llegan tarde al hospital por no reconocer los síntomas del infarto o por subestimarlos. Campañas educativas sobre signos de alerta, primeros auxilios y la importancia de acudir rápidamente a un centro de salud son fundamentales para que las salas de hemodinamia cumplan su propósito en toda su magnitud.

Conclusión

La expansión de las salas públicas de hemodinamia representa uno de los avances más significativos en el sistema de salud pública en materia de cardiología. No solo permiten tratar infartos de forma eficaz, sino que salvan vidas, reducen secuelas y garantizan una atención digna y de calidad a todos los ciudadanos, sin importar su condición económica o su lugar de residencia.

Lo que antes era un lujo reservado para unos pocos, hoy se convierte en una herramienta de justicia social y sanitaria. Porque en materia de salud, cada minuto cuenta, y cada vida importa.